El término asthma proviene del griego y se refiere a “jadeo” o “dificultad respiratoria”. Como su nombre indica, el asma es una afección respiratoria que hace referencia a un grupo heterogéneo de desórdenes pulmonares y de las vías respiratorias.
Su prevalencia ha aumentado dramáticamente en las últimas décadas en los países industrializados. Actualmente afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo y es la enfermedad crónica más común entre la infancia (4).
Según el informe publicado en 2011 por la GINA (Global Initiative for Asthma), las principales características del asma son hiperreactividad bronquial, inflamación de las vías aéreas y broncoconstricción, y su presentación clínica más común es la clásica tríada que incluye la presencia persistente de sibilancias, disnea y tos crónica.
Según el informe publicado en 2011 por la GINA (Global Initiative for Asthma), las principales características del asma son hiperreactividad bronquial, inflamación de las vías aéreas y broncoconstricción, y su presentación clínica más común es la clásica tríada que incluye la presencia persistente de sibilancias, disnea y tos crónica.
Conexión tracto gastrointestinal – asma bronquial
La relación entre el tracto gastrointestinal y el asma es un área en interés creciente. Los síntomas gastrointestinales son comunes en niños asmáticos, y los hallazgos inflamatorios encontrados en la mucosa intestinal imitan los observados en la mucosa bronquial (2).
El concepto del “sistema inmunológico común de las mucosas” (CMIS) sugiere que algunas células inmunitarias pueden migrar de una mucosa a la otra a través del tejido linfático asociado a las mucosas (MALT). Partiendo de la base que el asma es una patología inflamatoria con la presencia aumentada de linfocitos T activados en los bronquios, se ha propuesto la posibilidad que la inflamación en otras mucosas pueda estar relacionada con el asma bronquial (1). Se han hallado síntomas inflamatorios similares a los hallados en la mucosa bronquial en pacientes con asma, en las glándulas salivares menores y en el intestino (1) (2). Asimismo, también se han encontrado conexiones entre el tejido pulmonar y el tracto gastrointestinal con la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y la patología inflamatoria intestinal (3).
La relación entre el tracto gastrointestinal y el asma es un área en interés creciente. Los síntomas gastrointestinales son comunes en niños asmáticos, y los hallazgos inflamatorios encontrados en la mucosa intestinal imitan los observados en la mucosa bronquial (2).
El concepto del “sistema inmunológico común de las mucosas” (CMIS) sugiere que algunas células inmunitarias pueden migrar de una mucosa a la otra a través del tejido linfático asociado a las mucosas (MALT). Partiendo de la base que el asma es una patología inflamatoria con la presencia aumentada de linfocitos T activados en los bronquios, se ha propuesto la posibilidad que la inflamación en otras mucosas pueda estar relacionada con el asma bronquial (1). Se han hallado síntomas inflamatorios similares a los hallados en la mucosa bronquial en pacientes con asma, en las glándulas salivares menores y en el intestino (1) (2). Asimismo, también se han encontrado conexiones entre el tejido pulmonar y el tracto gastrointestinal con la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y la patología inflamatoria intestinal (3).
Permeabilidad intestinal y asma bronquial
El epitelio intestinal es una capa de una sola célula que constituye la barrera más grande e importante entre el medio interno y el medio externo. Las células que conforman esta barrera se encuentran unidas mediante una red de complejas proteínas (tight junctions, adherens junctions y desmosomes). La alteración de la función de estas proteínas puede dar lugar a un aumento de la permeabilidad intestinal, situación clínica que se asocia a numerosos desórdenes inmunológicos (5) como, por ejemplo, la patología respiratoria. La permeabilidad intestinal es común en personas afectadas por asma bronquial (1) (2).
El consumo de drogas, medicamentos, o algunos compuestos presentes en la alimentación pueden provocar un aumento de la permeabilidad intestinal. Entre los elementos más estudiados se encuentran el consumo de alcohol y el de los antiinflamatorios no esteroideos (AINES), la disbiosis de la flora bacteriana del intestino, la celiaquía, o cualquier situación que provoque inflamación intestinal (5) (6).
Bibliografía
(1) Benard A, Desreumeaux P, Huglo D, Hoorelbeke A, Tonnel A, Wallaert B. Increased intestinal permeability in bronchial asthma. J Allergy Clin Immunol 1996 6;97(6):1173-1178.
(2) Hijazi Z, Molla A, Al-Habashi H, Muawad W, Sharma P. Intestinal permeability is increased in bronchial asthma. Arch Dis Child 2004;89(3):227-229.
(3) Keely S, Talley NJ, Hansbro PM. Pulmonary-intestinal cross-talk in mucosal inflammatory disease. Mucosal immunology 2011;5(1):7-18.
(4) Umetsu DT, Akbari O, DeKruyff RH, Shearer WT, Rosenwasser LJ, Bochner BS. Regulatory T cells control the development of allergic disease and asthma. J Allergy Clin Immunol 2003;112(3):480-487.
(5) Groschwitz KR, Hogan SP. Intestinal barrier function: molecular regulation and disease pathogenesis. J Allergy Clin Immunol 2009;124(1):3-20.
(6) Ulluwishewa D, Anderson RC, McNabb WC, Moughan PJ, Wells JM, Roy NC. Regulation of tight junction permeability by intestinal bacteria and dietary components. J Nutr 2011;141(5):769-776.
El epitelio intestinal es una capa de una sola célula que constituye la barrera más grande e importante entre el medio interno y el medio externo. Las células que conforman esta barrera se encuentran unidas mediante una red de complejas proteínas (tight junctions, adherens junctions y desmosomes). La alteración de la función de estas proteínas puede dar lugar a un aumento de la permeabilidad intestinal, situación clínica que se asocia a numerosos desórdenes inmunológicos (5) como, por ejemplo, la patología respiratoria. La permeabilidad intestinal es común en personas afectadas por asma bronquial (1) (2).
El consumo de drogas, medicamentos, o algunos compuestos presentes en la alimentación pueden provocar un aumento de la permeabilidad intestinal. Entre los elementos más estudiados se encuentran el consumo de alcohol y el de los antiinflamatorios no esteroideos (AINES), la disbiosis de la flora bacteriana del intestino, la celiaquía, o cualquier situación que provoque inflamación intestinal (5) (6).
Bibliografía
(1) Benard A, Desreumeaux P, Huglo D, Hoorelbeke A, Tonnel A, Wallaert B. Increased intestinal permeability in bronchial asthma. J Allergy Clin Immunol 1996 6;97(6):1173-1178.
(2) Hijazi Z, Molla A, Al-Habashi H, Muawad W, Sharma P. Intestinal permeability is increased in bronchial asthma. Arch Dis Child 2004;89(3):227-229.
(3) Keely S, Talley NJ, Hansbro PM. Pulmonary-intestinal cross-talk in mucosal inflammatory disease. Mucosal immunology 2011;5(1):7-18.
(4) Umetsu DT, Akbari O, DeKruyff RH, Shearer WT, Rosenwasser LJ, Bochner BS. Regulatory T cells control the development of allergic disease and asthma. J Allergy Clin Immunol 2003;112(3):480-487.
(5) Groschwitz KR, Hogan SP. Intestinal barrier function: molecular regulation and disease pathogenesis. J Allergy Clin Immunol 2009;124(1):3-20.
(6) Ulluwishewa D, Anderson RC, McNabb WC, Moughan PJ, Wells JM, Roy NC. Regulation of tight junction permeability by intestinal bacteria and dietary components. J Nutr 2011;141(5):769-776.